Vieiras eran usadas como estuche de maquillaje en la antigua Roma
El maquillaje en la actualidad es mejor amigo de las mujeres, sin embargo en la antigua Roma también era un elemento muy importante de uso.
En el año 2000, durante los trabajos de construcción de una nave industrial en un polígono cerca de la ciudad de Mérida, salió a la luz un antiguo recinto funerario.
Los arqueólogos que excavaron en esta necrópolis descubrieron en una de las tumbas –que bautizaron como A6– una vieira (Pacten maximus) que fue utilizada como "estuche" de maquillaje o "polvera", y que aún contenía restos del producto, prácticamente intacto tras más de dos mil años.
El estudio ha sido realizado por investigadores del Consorcio de Mérida, la Universidad de Granada (UGR) y el Instituto de Patrimonio Cultural de España.
Los arqueólogos descubrieron en una de las tumbas una vieira que se utilizó como "estuche" de maquillaje o "polvera" y que aún contenía restos del producto, prácticamente intacto tras más de dos mil años.
Una vieira como polvera
Durante las excavaciones, los arqueólogos descubrieron varias tumbas de incineración e inhumación y parte de los cimientos de un edificio de época romana.
En la tumba A6, aparte de la vieira con restos de maquillaje, también se encontraron restos humanos cremados, elementos cerámicos, husos de telar de hueso, objetos de vidrio como ungüentarios para óleos aromáticos, los restos de una caja de hueso desmontable y una gran cantidad de clavos, que seguramente formaron parte de un lecho funerario que resultó calcinado durante la ceremonia de incineración del cuerpo.
El análisis del material confirmó que se trataba de un cosmético compuesto por laca de granza, un producto obtenido de una planta llamada rubia (Rubia tinctorum) y que se conseguía a partir del uso del alumbre frío como fijador.
El estudio de la vieira (sin duda el elemento más interesante del ajuar funerario) ha proporcionado información muy valiosa para los investigadores, que hallaron pequeños filamentos de hilo de plata, que fueron usados como cierre de las dos valvas del estuche.
Tras limpiar y abrir el objeto, en su interior se encontró una bolita de conglomerado de polvo de un curiosos tono rosa chicle.
El análisis del material confirmó que se trataba de un cosmético compuesto por laca de granza, un producto obtenido de una planta llamada rubia (Rubia tinctorum) y que se conseguía a partir del uso del alumbre frío como fijador.
Este tipo de pigmento orgánico tiene su origen en la Antigüedad y se han hallado pigmentos hechos de granza en yacimientos egipcios, persas, griegos y romanos.
El análisis de los ingredientes utilizados para elaborar el maquillaje ha arrojado numerosas similitudes con los restos hallados en ungüentarios de la misma época descubiertos en Zaragoza, lo que sugiere que tal vez ésta fuese una fórmula ampliamente utilizada en la Hispania romana.
El estudio también incide en destacar un tipo de maquillaje muy usado por las mujeres romanas, que servía para embellecer y resaltar las facciones (kommôtimkon). Se trataba de cristal triturado, de un color gris azulado, usado para dar resplandor al rostro.
Otro elemento embellecedor era el antimonio o stibium (tizne), que también se aplicaba en cejas y pestañas, con un pequeño pincel impregnado en aceite y/o agua.
Todos estos productos eran muy costosos, por eso surgieron otros más económicos, una especie de "marcas blancas", al alcance de todo el mundo.
Un tipo de maquillaje muy usado por las mujeres romanas, que servía para embellecer y resaltar las facciones, era el cristal triturado, de un color gris azulado, que se usaba para dar resplandor al rostro.
Pero la preocupación por la belleza no era sólo algo propio de las mujeres, ya que, según Bustamante, "hombres y mujeres tenían mucha preocupación por ejemplo con el cabello. Los hombres especialmente con la pérdida capilar". Nada nuevo bajo el sol.
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